ÍNDICE
1.
DESCRIPCIÓN
2.
MODELOS COMPLEMENTARIOS
3.
MODELOS Y COLECTIVOS DE ACTUACIÓN
4.
SOBRE MI, MIEDOS Y VALORES
1)
DESCRIPCIÓN
Decía Chris Gadner que “cada
uno de nosotros tiene el poder de levantarnos a nosotros mismos y a los demás
al mismo tiempo”. Una cita que resume en muy pocas palabras la labor del
profesional de la orientación profesional y que describiremos con mayor
profundidad a través de la descripción y análisis de los diferentes modelos
metodológicos de intervención.
Juan Miguel de Pablo Urbán,
nos describe tres modelos para llevar a cabo la labor orientadora, a saber: modelo
didáctico, modelo de asesoramiento y modelo centrado en recursos. Tres modelos
complementarios entre sí, ya que se transita continuamente de un modelo a otro,
y fundamentales para una exitosa labor orientadora, que además muestra abiertamente,
la necesidad de adaptabilidad y de brillantes habilidades orientadoras del
profesional.
El modelo didáctico, es un
modelo informativo, explicativo, en el que la orientación profesional se
entiende como un proceso de información y aprendizaje. El orientador/ra se
encuentra en una posición llamada “UP”, es decir, es considerado un experto,
con conocimientos, habilidades y recursos que ofrece al usuario/a para permitirles su
inserción o mejora laboral. Es quien tiene el conocimiento y lo ofrece. Este
modelo dado el carácter tan marcado de tutor del orientador, se asemeja a la
orientación educativa, de hecho, adquiere de ésta sus herramientas y técnicas
de intervención, tales como diseño de la actuación, guía de la intervención o
establecimiento de encuadres. Para ello es importante realizar un análisis de
la situación de los usuarios y así poder ofrecer lo que realmente necesitan.
Entre las ventajas de este
modelo se encuentra la garantía de su éxito, dado que la persona que solicita
de sus servicios desea obtenerla para mejorar su situación.
Este modelo se utiliza cuando
entre los objetivos principales del programa que se diseña e implementa se
encuentra la transmisión de información, conocimientos y el aprendizaje de
técnicas o instrumentos para la inserción laboral.
Sin embargo, en el segundo
modelo, de asesoramiento, se describe la
intervención como una relación
de ayuda. Se utiliza cuando se pretende establecer acuerdos consensuados,
es decir, se mantiene la posición del personal experto, quien tiene el conocimiento,
pero desde una posición no UP, sino igualitaria, en la que el usuario y el profesional
reciben y aportan información. A partir de esta información, en la que se
explora la situación de la persona usuaria, se lleva a cabo un proceso de toma
decisiones conjunta y acuerdos consensuados, y se diseña e implementa un plan
de intervención. El profesional acompaña y apoya a lo largo de todo el proceso.
En definitiva, aconseja a través de una relación de iguales (procedente del
término inglés “counselling”, impulsado por Carl Rogers).
Por último, en el tercer
enfoque, centrado en recursos, nuestro enfoque se centra en el “poder” del
usuario. El orientador tiene una
posición down, y aunque el profesional tenga más conocimientos, interviene de
modo que logra el empoderamiento y que la proactividad surja del usuario. Aumenta
su autoestima.
Desde esta perspectiva, se
cree en los recursos de las personas desempleadas y de cómo ellos mismos son
capaces de encontrar las soluciones. Asimismo, exploran con ahínco esos
recursos que los usuarios ya han puesto en marcha. Destacan el trabajo que han
realizado, las habilidades que han desarrollado, y la información que ya
poseen.
En este modelo, el orientador
amplifica los recursos que ya ha empleado y emplea la persona usuaria, atribuye
el logro a las personas por utilizar los recursos que ya poseen.
Así mismo se planifican metas realistas,
concretas, siempre formuladas en positivo. De modo que se incrementa la
autoestima y percepción de autoeficacia personal y profesional.
2)
MODELOS COMPLEMENTARIOS
Decíamos anteriormente que
estos modelos son complementarios entre sí, dado que se transita continuamente
de un modelo a otro. Pongamos como ejemplo la impartición de un taller de
búsqueda de empleo. En un primer momento se les ofrecen conocimientos de cómo
realizar la búsqueda (didáctico), posteriormente lo aplican (asesoramiento), y
finalmente de manera autónoma lo llevan a la práctica, buscando soluciones y
mejoras continuas.(recursos).
3)
MODELOS Y COLECTIVOS DE ATENCIÓN.
Para esta respuesta aporto un
enlace de una noticia publicada en la web de cadena COPE el pasado 31 de
octubre de 2022.
https://www.cope.es/programas/la-linterna/noticias/trabajadora-xunta-invita-cafe-mendigo-santiago-anos-despues-vida-muy-diferente-20221031_2373237#aoh=16674224084916&csi=1&referrer=https%3A%2F%2Fwww.google.com&_tf=De%20%251%24s&share=https%3A%2F%2Fwww.cope.es%2Fprogramas%2Fla-linterna%2Fnoticias%2Ftrabajadora-xunta-invita-cafe-mendigo-santiago-anos-despues-vida-muy-diferente-20221031_2373237
“Un
trabajador de la Xunta invita a un café a un mendigo en Santiago y, años después,
su vida es muy diferente
Manolo
vio como su vida daba un giro de 180 grados tras un simple encuentro con Carmen
una mañana cualquiera.
Un día te despiertas con la hora justa, tienes
que darte prisa para llegar a trabajar. Tu lugar de trabajo está cerca de la
estación de autobuses de Santiago, Galicia. Estás a las puertas del trabajo
pero decides parar y levantar la mirada. Justo enfrente, al lado de la puerta
de la estación, está Manolo. Una de las más de 1.300 personas sin hogar que hay
en Galicia. Paras, le preguntas cómo estaba y si necesitaba algo, y entre
tanto, le invitas a un café. Así fue como Carmen, una funcionaria de la Xunta,
conoció a Manolo. Le invitó a un café. Fue el principio de un cambio radical.
Una
historia conocida gracias al equipo de COPE Santiago, una historia sobre cómo
un café puede cambiarlo absolutamente todo. José Manuel (o Manolo) es un hombre
de 65 años. Hasta hace unos años tenía una vida totalmente normal. Pero a
veces, cuando las cosas se complican, es difícil hacerle frente.
Manolo
tenía un bar en la costa de Coruña que sobre todo en verano, contaba con
bastante gente, como él mismo explica en COPE: “Tenía una vida normal y
corriente, tenía trabajo con un bar en la playa, sobre todo en verano”. Pero
las cosas se complicaron y el bar cerró. Poco después, su matrimonio también
acaba y, a raíz de su divorcio, toda su vida cambia. Decide irse a Santiago, a
intentar reconducir su camino. Durante más de un año Manolo busca trabajo allí,
pero nada.
Ya
tenía más de 50 años, su experiencia laboral se reducía al bar que tuvo que
cerrar. Y encontrar trabajo con estas características es complicado. “Me
encuentro sin nada, solo y sin nada, un desastre. Desde 2014 a 2015, me cansé
de buscar trabajo, no me lo daban, creo que por mi edad. Me abandoné”, aclara.
Manolo se dejó totalmente, le daba igual despertar a las tres de la tarde, que
a las ocho de la mañana. Dormía en la calle, sin poco o nada para comer. Pero
la suerte se puso de su lado el día que Carmen, al llegar a trabajar a la
Xunta, decide acercarse a preguntarle a Manolo cómo se encontraba. Su nueva
amiga le cambió la vida.
“Caí
en picado hasta que conocí a Carmen, que me ayudó muchísimo, me levantaba el
ánimo”, recuerda. Carmen se paró a ayudar. Decidió molestarse, y preguntarle
cómo se encontraba, si necesitaba algo. Y le invitó a ese café. “Dormía en la
estación de autobuses en la parte de fuera. Me dijo que iba a desayunar, que si
me apetecía algo, y le dije que un café solo largo”.
Así
empezó un largo camino. Carmen le ayudó a tramitar ayudas sociales como la
presentación del Ingreso Mínimo Vital. Pero pasó el tiempo y Carmen además le
animó a estudiar y a que se apuntase a una formación que imparte Cáritas. “Yo
estaba cobrando el IMV y estaba más o menos acomodado, unos 500 euros. Y
empezamos a hablar por teléfono, me convenció, dije que vale, no tenía nada que
perder”
Día
tras día Manolo se esforzó y superó esta formación. Hace dos años intentó
trabajar en ARROUPA, la empresa de inserción laboral en materia de reutilización
textil de Cáritas. Estaban entre él y otra persona, y contrataron a la otra.
Pero este año sí tuvo suerte.
“Como
tengo mucha confianza en Cáritas les pedí que me metiesen, no fue de un día
para otro. La primera entrevista la hice hace dos años pero no me cogieron a
mí, sino a una chavala que lo merecía más que yo”. Ahora Manolo tiene una
formación, un empleo y un techo. Su vida ha dado un giro de 180 grados. Su día
a día ahora es muy distinto.
“Empezamos
a las 8, tienes que descargar los camiones que vienen de trabajar por la noche
y clasificas la ropa por mesas” . Manolo ha logrado salir de una situación muy
complicada como es el sin hogarismo. Su calidad de vida ha mejorado y ahora no
le asusta decir que las pesadillas que vivió cuando estaba en la calle han
terminado. Ahora Manolo, está bien. “Ahora estoy bien, ni mejor ni nada,
simplemente bien”
Las
personas sin hogar en España han crecido casi un 25% en los últimos diez años.
Un incremento de más de 5.600 personas que han tenido que buscar refugio en
centros asistenciales. La situación de las personas sin hogar no es sencilla.
Manolo lo sabe bien y por eso recalca la importancia de pedir ayuda. Manolo, 65
años. Ha dejado atrás el sinhogarismo. Ahora, gracias a Cáritas tiene un
trabajo. Y gracias a Carmen, que se paró a ofrecerle un café y su ayuda, ha
remontado su vida.”
Esta noticia es un claro
ejemplo del modelo centrado en recursos, adecuado para personas desmotivadas o
estigmatizadas, como en este caso, sin hogar.
Respecto al modelo didáctico se enfoca en aquellas
personas que buscan una información o formación concreta. Este perfil de
persona usuaria es proactiva y consciente de su necesidad de saber.
Por último, el modelo de
asesoramiento es idóneo para personas con un nivel de proacción medio que
buscan desarrollar un itinerario personal de inserción.
No obstante, esto es sólo un
apunte del perfil de personas usuarias preferentes, puesto que todas pueden ser beneficiarias de los tres modelos
de intervención.
4)
SOBRE MI. MIEDOS Y VALORES.
La orientación laboral me
apasiona. Soy consciente del reto que supone llevar a buen término los diseños
e implementación de la intervención, pero al mismo tiempo es un motivo para
superarme día a día, sobre todo al trabajar con colectivos en riesgo de
exclusión social. Es este espíritu de superación el que desearía trasladar a
las personas usuarias, es por ello quizás que me sienta muy identificada con el
tercer modelo, aunque sin restar importancia al segundo modelo, con el que
también me identifico. Acompañar a la persona y guiarla.
Respecto a mis miedos, el
mayor es el sentir sobremanera el sufrimiento de la persona que tenga delante.
Soy consciente, que al trabajar con colectivos vulnerables se viven situaciones
muy duras, pero mi mayor motor, es saber, que desde mi posición como
orientadora, voy a poder ayudar a esa persona. A pesar de que revertir una
situación de vulnerabilidad pueda ser harto difícil.
Mi mejor valor, es mi fortaleza
psíquica, orientación al logro, mi capacidad resolutiva y búsqueda de
soluciones. También el hecho de haber vivido situaciones muy duras en mi vida. El hecho de superar estas situaciones ha hecho darme cuenta de mi fortaleza mental
y capacidad de superación, así como de la capacidad de buscar soluciones y
resolver situaciones muy complicadas de modo satisfactorio.